29/11/09

ENTREVISTA A LA PROFESORA LIDIA LEWKOWICZ


En una tarde cálida me reúno con la profesora Lewkowicz en las afueras del Palacio Errázuriz, ubicado en la Av. del Libertador 1902, de la Ciudad Autónoma de Bs. As. Allí ella recuerda que fue Becaria del Fondo Nacional de Artes y Secretaria de Investigaciones del Instituto de Literatura de la Provincia de Buenos Aires; también enumera las entidades a las que pertenece (como el Centro de Estudios y Civilización del Río de la Plata con sede en París, el Instituto Hispánico de California, el Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardita, para decir algunos). Una escritora que fue nominada y obtuvo una medalla entre las "Mujeres destacadas del año 2000" por la Comisión Permanente de la Mujer de la Cámara de Diputados de la Prov. de Bs. As. y que con su larga trayectoria nos explica sus trabajos.


1) ¿Siempre supo que su vocación era el mundo de las Letras?

Sí, generalmente lo he pensado siempre así.


2) Usted es profesora, dio Literatura Argentina en la Universidad de la Plata y dicta cursos y conferencias tanto en universidades como en centros culturales. ¿Cómo ve la situación actual del escritor argentino?

Siempre es promisoria la situación del escritor argentino. Hay por supuesto de todo pero hay gente muy valiosa en la Argentina.


3) Noto que le interesa trabajar alrededor de la figura de Elías Canetti. ¿Me podría explicar qué la lleva a prestar particular atención sobre este Premio Nobel de la Literatura nacido en Bulgaria?

Elías Canetti es mi preferido. Él es premio Nobel de Literatura del año 1981 y pertenece a la germanística porque escribió en lengua alemana. Supervisó sus traducciones a nuestro idioma porque es un judío sefardita de manera que también manejaba muy bien el idioma castellano.


4) Para usted, ¿qué es lo que más se destaca de obra “Masa y Poder” de Elías Canetti?

Escribió esta obra en 1960 y eso le valió el premio Nobel con lo cual dejó demasiado “tranquilos” al mundo germánico al explicar qué es la "Masa" y qué es el "Poder" si esto necesita de alguna explicación: la idea del impartidor de órdenes cuya orden es siempre absoluta como fue en la segunda guerra mundial. Pero eso me ha servido también para seguir viendo la problemática de la segunda guerra mundial. No fue solamente Alemania sino que también hay varios libros de autores contemporáneos donde explican cómo toda Europa se sumó a este desastre que no tiene justificación. A mi me corresponde muy directamente dado que mis dos familias fueron matadas por ser judías en la segunda guerra mundial. Solamente sobrevivió mi tío que luego pasó a Israel.


5) Advierto que en su obra trató la Generación del ´30, ¿por qué?

Yo trabajaba en un Instituto de Literatura de la provincia de Buenos Aires, fui Secretaria de Investigaciones, y allí había un director: Arturo Campurso Campo, que se lo nombra poco pero ha trabajado muchísimo para la literatura argentina y él me facilitó algunos datos.

En su momento algunos argentinos se les había dado por hablar de generaciones argentinas. Cosa que mirá, con el tiempo, considero que no está mal porque muchos escritores que se peleaban entre sí por que pertenecían a la generación del ´22 y otros a la del ´30 y se daban con todo irónicamente; cuando fueron mayores se unieron porque pertenecían a las mismas generaciones.

En esa generación hubo gente muy interesante como Homero Mansi que era Omero Mansione, Juan L. Ortiz cuya obra se exhumó hace pocos años cuando un banco de Rosario publicó las obras completas. Es uno de los mejores poetas argentinos que los estudiantes ahora lo leen muy ávidamente. El libro tiene una crítica a cada uno de los escritores que señalé más una selección de poemas.


6) Usted hizo mucho hincapié en la figura de Juana Manso quien, en su momento, reivindicó los derechos de la mujer e innovó la educación pero que por muchos años no se supo demasiado de ella. ¿Por qué la estudió y en consecuencia publicó un libro?

Bueno, fui becaria del Fondo Nacional de las Artes para trabajar sobre las sociedades literarias argentinas que engendraban la generación del ´80. Entre esas sociedades había una que se llamaba Estímulo Literario. Los miembros de ésta, en 1987, les dan un premio a dos escritoras de la época que eran Juan Manso y Eduarda Mansilla de García. Juana Manso en la carta de agradecimiento habla sobre la situación del escritor en su época que era vilipendiada, sobre todo por ser mujer. Ahí me puse en contacto con Juan Manso.


7) Me interesó ver que hizo trabajos sobre “Cinco siglos de presencia judía en América”, me puede hablar de ello.

En 1992, cuando se hicieron los quinientos años de expulsión de los judíos de España, ahí me convocaron para hablar sobre Elías Canetti y lo Hispanyol -no con “ñ” sino con “nyo”, aclara la profesora- es decir, en antiguo castellano porque él también habla de su “Chiquez” o de su niñez, cuando en Bulgaria su abuelo que era sefardita le cantaba canciones en español antiguo.


8) Leí en un diario una declaración suya en donde manifestó que existe una relación entre los cuadros, esculturas, objetos y fotografías con los movimientos literarios surgidos a partir de la segunda guerra mundial.

He hecho algunos comentarios sobre todo de los objetos que están en la calle Montevideo al 900 en donde está el Museo de la Memoria. Allí están todos los objetos referidos a la gente que se salvó de la segunda guerra mundial. Algo muy triste. Están los uniformes de presos que tenía la gente y los motivos litúrgicos que habían salvado, por ejemplo.


9) ¿Hay algún otro tema que quiera hablar antes de concluir nuestra entrevista?

Sí. Hice una obra de teatro que se llama Juan Manso y Golda Meir. Las uní como dos mujeres que si bien nacieron en el siglo XIX las ubiqué en el siglo XXI. Cada una de ellas contó sus aciertos y sus problemas para llegar a ser lo que fueron. Golda Meir primer ministro y Juana Manso fue una mujer que se destacó enormemente.

Ahora he hecho una serie de cuentos que espero que se publiquen. El presidente de la Academia Argentina de Letras me ha pedido uno para hacer un análisis semiótico con el verbo tomar que saldrá en el boletín. Lo mismo para el bicentenario estoy convocada a hacer un prólogo a un libro de Juana Manso, una obra dramática llamada “La Revolución de Mayo de 1810”.


-Muchas gracias!

-No, de nada y hasta pronto.


Por María de las Victorias Cocca y Esquivel


No hay comentarios:

Publicar un comentario